Hoy lanzamos dos satélites desarrollados íntegramente
en el Perú por el Instituto de Radioastronomía (INRAS) de la PUCP con
fines académicos y de investigación en ciencia e ingeniería espacial.
El 4 de octubre de 1957, la entonces llamada Unión Soviética
lanzó el Sputnik 1, el primer satélite artificial de la historia. Se
buscaba obtener información sobre la densidad de las capas altas de la
atmósfera y sobre la propagación de las ondas de radio en la ionósfera,
era una esfera de aluminio de 83 kilos, del tamaño de una pelota de
básquet con cuatro largas antenas. “El camino a las estrellas está
abierto”, dijo Serguéi Koroliov, ingeniero en jefe del programa, una vez
cumplida la hazaña que marcó el inicio de la era espacial de la
humanidad.
Esta madrugada, hemos atravesado por primera vez este camino. A las
2:10 a.m. (hora peruana), desde el cosmódromo ruso de Yasny, se lanzaron
los dos primeros satélites peruanos: PUCP-Sat 1 y Pocket-PUCP,
desarrollados íntegramente en el país por el Instituto de
Radioastronomía de la PUCP con fines académicos y de investigación en
ciencia e ingeniería espacial.
El equipo del INRAS-PUCP (dirigido por el doctor Jorge Heraud) inició
este proyecto hace más de tres años y contó desde el primer momento con
el respaldo de las autoridades universitarias, así como con la
participación de docentes y alumnos de las especialidades de Física,
Ingeniería Mecánica, Ingeniería Electrónica y de Ingeniería de las
Telecomunicaciones.
“El PUCP-Sat 1 no es solo el primer satélite peruano, es el resultado
del esfuerzo de un gran equipo y de una universidad que piensa como
siempre en su país”, comenta el doctor Heraud. Este es un nanosatélite
(denominación que recibe debido a su peso) de forma cúbica (CubeSat),
mide 10 cm por lado y pesa 1240 gramos. Mientras que el Pocket-PUCP,
diseñado en el INRAS, pesa solo 97 gramos (femtosatélite) y es
considerado el más liviano del mundo.
Ambos satélites están situados en órbita terrestre baja y dan una
vuelta alrededor de la Tierra cada 90 minutos, a 630 kilómetros de
altura. Gracias a sus sensores de temperatura, la información que
recopilen será útil para comprobar su resistencia en condiciones
climáticas adversas y para perfeccionar el diseño térmico de futuros
satélites.
El 24 de octubre, el PUCP-Sat 1 se integró en el microsatélite
nodriza italiano Unisat-5 (elaborado por el Grupo Gauss) que acogió en
su interior a otros siete pequeños dispositivos desarrollados por
instituciones académicas y empresas de EE.UU., Alemania, España y
Pakistán. El 13 de noviembre, el Unisat-5 se colocó en la cabeza del
cohete Dnepr-1, antiguo misil ruso transformado en lanzadera espacial.
Para el día 15, culminó su acoplamiento con el resto del cuerpo del
cohete. Y hoy, desde el sitio de lanzamientos de Dombarovsky en Yasny
(Rusia), el Dnepr-1 puso en órbita 32 satélites de distintas dimensiones
y características para cumplir sus respectivas misiones. Ha sido la
primera vez en que un solo cohete ha lanzado ese número de satélites.
Equipo del INRAS recibe la confirmación de que los satélites están en órbita
fuente:
http://puntoedu.pucp.edu.pe/videos/primeros-dos-satelites-peru-de-la-pucp/
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